Aumento de Busto

Los senos de la mujer son, sin duda, uno de los elementos más importantes de la belleza femenina y el emblema de la maternidad. La valoración estética del tamaño y configuración del pecho femenino se encuentra íntimamente relacionada a factores étnicos y culturales, pero en definitiva, tener unos senos de aspecto aceptable es un deseo normal, por lo que una alteración en su forma puede tener repercusiones psicológicas que no deben ser subestimadas.

El aumento de busto es una técnica quirúrgica destinada a mejorar el volumen y la forma del pecho femenino que le ayudará a mejorar su autoestima. 

Se someten a esta intervención aquellas mujeres que se sienten insatisfechas porque su busto  no se ha desarrollado con el tamaño que ellas esperaban. También se aconseja el aumento de pecho a pacientes que quieren igualar las dos mamas por tener una más grande que la otra, o que pretenden restaurar el volumen natural de su busto  reducido a causa de un embarazo, a pérdidas de peso o debido a la edad. 

El procedimiento consiste en la colocación  de una prótesis de silicona debajo la glándula mamaria o la fascia del músculo pectoral, generalmente a través del surco submamario. La colocación de implantes es una técnica minuciosa, por lo que requiere una correcta evaluación de cada caso particular para adecuar el resultado final a los deseos de la paciente. Entre otros factores, se analiza el volumen, la proyección, la constitución física y la calidad de la piel  y se define el tipo de prótesis y el volumen que mejor se adapte a sus expectativas.

Previo a la cirugía es muy importante contar con un estudio de imagen, ya sea un ultrasonido o una mastografía, dependiendo de la edad de la paciente, con el objeto de estar completamente seguros de que no existe algún tipo de trastorno en la mama que pudiera obligar a posponer la cirugía y darle prioridad a la resolución del problema encontrado como masas o aumentos de volumen que pudieran ser benignos o malignos. 

El aumento de busto se realiza mediante sedación y la aplicación de un bloqueo raquial alto y puede efectuarse solo o en conjunto con algún otro procedimiento quirúrgico-estético. 

La recuperación tarda aproximadamente dos semanas, tiempo en el cual se puede reincorporar la paciente a sus actividades normales sin que pueda hacer actividades con esfuerzo hasta cumplidas las seis semanas del procedimiento.