El tratamiento con Toxina Botulínica para rejuvenecer el rostro o para prevenir los efectos del envejecimiento, consiste en infiltrar por debajo de la piel o directamente en el músculo facial,  pequeñas cantidades de  líquido que contiene proteína natural purificada para atenuar las arrugas y evitar la formación de surcos . 

Como no es un material de relleno, no elimina las arrugas mediante aporte de volumen, sino que actúa sobre los músculos relajándolos por un tiempo,  lo que permite mantener una expresión natural.  La dosis de que se administra es muy baja y no se acumula con los años, lo que significa que nuestro organismo la reabsorbe y la elimina.

Nosotros usamos la toxina más pura que hay en el mercado, la cual no causa efecto de congelamiento, es decir, disminuye las arrugas sin afectar la gesticulación de los pacientes con lo cual se crea una apariencia natural. 

Inmediatamente después del tratamiento no se observa ningún cambio apreciable y se puede retomar la vida laborar sin señales de haber realizado el tratamiento. Los cambios comienzan entre el segundo y el tercer día posterior a la aplicación, teniendo aproximadamente el 50% del efecto a la semana y el efecto total a las dos semanas de la aplicación. Durante el primer año, el tratamiento se realiza cada 4 meses y a partir del segundo año, una aplicación cada 6 meses suele ser suficiente.

El tratamiento se realiza en consulta de forma ambulatoria y más específicamente consiste en introducir con una aguja muy fina unas gotas del producto en la piel, de forma muy superficial, en el área donde existen arrugas faciales. Aunque no es frecuente, existe la posibilidad de que se produzca un pequeño morado, que se puede disimular con el maquillaje y desaparecer en pocos días.

La toxina también tiene otros efectos muy benéficos para la piel donde se aplica: estimula las glándulas sebáceas para mantener lubricada la piel e inhibe la producción de sudor. De hecho, la misma toxina es el tratamiento más utilizado para el sudor excesivo llamado hiperhidrosis, pudiéndola colocar en sitios como en palmas de las manos , plantas de los pies e incluso en la axilas, obteniéndose mejoría radical por varios meses. 

Como recomendaciones hay que evitar tocar y comprimir el área tratada durante las  4 horas posteriores al tratamiento y en caso de que aparezca algún morete, se tendrá que usar bloqueador solar para evitar pigmentaciones no deseadas.

La toxina puede aplicarse sola o en combinación con algún relleno facial o bioestimulador.