Lifting Facial

El envejecimiento es la consecuencia natural del paso del tiempo  se haciéndose especialmente patente en la cara y el cuello, provocando surcos y pliegues que hacen que la expresión pierda definición. Todos estos efectos pueden remediarse notablemente mediante un lifting.

El lifting es un tratamiento que no quita años pero ayuda a mejorar el aspecto, a devolver el tono cutáneo y a recuperar los puntos de luz y los relieves faciales, proporcionando un efecto de rejuvenecimiento y vitalidad que el tiempo había hecho desaparecer.

La técnica consiste básicamente en reposicionar las capas musculares, la piel y la grasa, retirando el tejido excedente  mediante un corte  que habitualmente comienza en la zona de las sienes (por dentro del pelo), se extiende al interior de las líneas naturales que existen en la oreja y continúa alrededor del lóbulo, detrás de la oreja y del cuero cabelludo, dependiendo de la afectación encontrada en cada paciente. De esta manera las cicatrices quedan perfectamente camufladas. Cuando el cuello necesita un tratamiento especial, es necesario realizar una corte  justo debajo del mentón.

Además de la piel, la acción quirúrgica se concentra sobre las estructuras musculares, óseas y grasas de la cara, lo que permite conseguir  resultados iniciales más naturales y más duraderos a medio y largo plazo. Una vez finalizada la cirugía, las heridas se cierran con puntos dejando unos pequeños drenajes  bajo la piel para que no se acumule ningún líquido que pueda afectar la cirugía.

El lifting puede realizarse con anestesia local y sedación.  Si usted es fumador y desea realizarse un lifting, deberá abstenerse de fumar durante las dos semanas previas y las dos semanas posteriores a la intervención, ya que el tabaco puede afectar negativamente la cicatrización de la herida.

Tras el lifting, es habitual que sienta la piel de la cara algo rígida, dura e inflamada. Esta sensación es transitoria y desaparece en unas cuantas semanas. También es normal que el rostro presente moretones. Si sigue las instrucciones del médico, estos efectos sólo durarán entre 10 y 15 días.

Es aconsejable que no trabaje y que evite los ejercicios o actividades violentas como mínimo durante las dos semanas siguientes a la operación. La piel de la cara necesitará cuidados específicos y no deberá exponerla al sol o a rayos UVA durante al menos tres meses.