Cirugía íntima femenina

La zona genital femenina en ocasiones puede incomodar y acomplejar a la mujer en su vida normal e íntima, provocándole inseguridad al haber  deformidades congénitas o adquiridas en los genitales femeninos.

Entendemos por cirugía íntima o cirugía vaginal el conjunto de intervenciones plásticas o estéticas que pueden llevarse a cabo en la zona genital de la mujer. Dichas alteraciones pueden ser tratadas quirúrgicamente obteniéndose buenos  resultados. En general estas intervenciones son sencillas y requieren una recuperación corta y sin molestias importantes. 

Las intervenciones más comunes son: las de tratamiento de los labios menores y mayores, disminución del monte de Venus, rejuvenecimiento vaginal y tratamiento del aumento del clítoris.

PLASTIA DE LABIOS MENORES O NINFOPLASTÍA. 

La intervención más frecuente en cirugía íntima femenina es la reducción de los labios menores llamados también ninfas. Si estas estructuras están aumentadas pueden dar molestias no solo al mantener relaciones sexuales sino al vestir o realizar otras actividades ya sean deportivas o de otra índole.

Se  debe de realizar una exploración minuciosa de la zona para determinar exactamente la porción de labio menor a eliminar,  determinar si hay también un exceso cutáneo en la piel que conforma el capuchón del clítoris y buscar posibles asimetrías entre ambos lados para que el resultado sea satisfactorio.

Es una intervención que puede realizarse con anestesia local y sedación y en la que se realiza una disminución de estas estructuras conservando el borde de los labios sin que haya ninguna alteración de la sensibilidad. La intervención causa muy pocas molestias y la recuperación es rápida. 

PLASTIA DE LABIOS MAYORES

Cuando los labios mayores son grandes y sobresalen demasiado, además de ocasionar un efecto estético no deseado, pueden dar molestias. Mediante una intervención quirúrgica podemos disminuirlos hasta conseguir el tamaño proporcionado y deseado.

Por el contrario la falta de desarrollo de los labios mayores puede ser corregida, como se mencionó anteriormente, mediante la infiltración de grasa propia.

REDUCCIÓN DEL MONTE VENUS

En ocasiones el pubis está aumentado y no disminuye su volumen con la pérdida de peso. Esta alteración puede ser tratada mediante una liposucción que se realiza bajo anestesia local y sedación. En algunos  casos se puede requerir además de la liposucción, una resección de piel que deja una cicatriz justo por encima del pubis. 

REJUVENECIMIENTO VAGINAL

La vagina a consecuencia de los partos o por el paso del tiempo puede perder tono y presentar laxitud, dicha alteración puede ser corregida mediante intervención quirúrgica para reponer los músculos vaginales o estrechar el canal vaginal. También en otros casos puede estrecharse la vagina con inyección de grasa propia teniéndose necesariamente que realizar una liposucción en algún segmento corporal, para tener grasa disponible y colocarla en la vagina. 

Con los procedimientos antes mencionados se pueden obtener los siguientes beneficios: 

  • Se produce una mejora tanto física como anímica ya que la paciente recupera la confianza en sí misma y aumenta su autoestima.
  • Se corrige la alteración estética o funcional, preservando la sensibilidad. La zona vaginal luce más tersa, con menos flacidez y presenta un aspecto simétrico.
  • Desaparecerán las molestias que podían existir al mantener relaciones sexuales, así como con según qué tipo de ropa ajustada y en la práctica de algunos deportes.